actualidad, decolonialismo

El coquito de Mariátegui

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por Ermenegildo(H) Coletti

Sin duda el cráneo solo le sirve a Aldo Mariátegui para que sea peinado su desierto rulo.

El “coco” de Mariátegui se ha consentido,  como un fresco “vozarrón” fotografiar y publicar en primera plana de su diario Correo la escritura de un texto con interferencias del quechua nativo de la cuzqueña congresista Hilaria Supa. Es decir, para este director de diario fanático de los Chicago Boys chilenos y viajante en primera clase a cuanta cumbre de millonarios halla en el mundo, la cultura humana la constituye solo la cultura ilustrada, para su reducido raciocinio, aún más, la cultura solo la constituye la correcta ortografía.

Nunca se asesoró con ningún especialista en idiomas peruanos y ni siquiera envío un correo a ningún asesor prudente, un antropólogo por ejemplo, de los que deben merodear su oficina antes de publicar la nota periodística, la cual incluso calificó de “impecable”.

Además, de manera discriminatoria,  la nota ha hecho la recomendación, -un día funesto  para la defensa de la educación intercultural en nuestro puerto república, el Callao-, del uso del primarioso Coquito para mejorar, según él, la deficiente ortografía de la congresista.

Para esta intelectual de la cultura oral y dirigente de comunidades campesinas, la congresista Supa, ágrafa de siempre, la escritura solo sirve para vincularse con sus labores parlamentarias que son escribir en agendas sus citas pendientes o simplemente  anotar ideas sueltas de sus   poquísimos discursos. La escritura es una tecnología inventada por Occidente y antes de ella y sus primeros códigos, los seres humanos practicaban la oralidad y por lo tanto su uso es voluntario y según convenga a su cultura.

Es para nosotros, los habitantes de este puerto, una gran vergüenza la supuesta defensa que realizó de su colega congresista el bastión de la cultura española en el Perú, lingüista ella, Marta Hildebrant llamó ignorante a la congresista cuzqueña las veces que se lo permitió ella misma. Pero justificó (para ella) que la ignorancia no estaba penada ni restringida en el congreso nacional. ¿Esa es una defensa de una lingüista?  Felizmente, esta infeliz  está a punto de jubilarse de la vida (lo cual registrará en el Perú un entierro más de otra momia virreynal). Podría Hilaria Supa llamar ignorantes de la cultura a esta racista del conocimiento de  su nación quechua, qué piensan estos viejos y nuevos dinosaurios de la política nacional: ¿de qué se trata el Perú? ¿Qué es el Perú para ellos? Acaso un virreinato con calesas conducidas por esclavos y cobradores de impuestos. O una república extractiva habitada por iletrados salvajes. Pensamos en la importancia del territorio del Cuzco que gobierna la congresista y en su frontera con Arequipa donde existe un pueblo llamado Condoroma, que es un lugar religioso en la puna donde el quechua sureño se encuentra con su lengua hermana,  el Aymara.

No saben estos supuestos mercaderes de la cultura y la política que fue el quechua la primera lengua del Imperio Incaico antes de la imposición del castellano en el Tawantinsuyo. El quechua es una lengua viva que actualmente es hablada por ocho millones de compatriotas. No saben que el Perú es un país multilingüe con una inmensa tradición oral entre sus miles de pueblos y comunidades. Eso nunca fue visto con interés por sus ojos de rapiña, listos para acomodarse entre los poderosos gobernantes y sus sueldos de lujo, es lo único que les interesa. Un mendrugo de poder.

En los siguientes días escuché las diferentes radios y una cucufata periodista de radio Kapital comparó a los congresistas ignorantes con personajes de la farándula y de la imaginación infantil, pensamos que su referencia era la congresista cuzqueña y su altercado con Aldo Mariátegui, y en su programa realizó una rápida encuesta radial para idear una ley que evite que estos personajes, como Timoteo dijo, lleguen a ser congresistas. Ya que el 95 por ciento de ellos tienen educación superior, es decir son universitarios.

Que empiecen las llamadas…aló.

LEER COMUNICADO DE SECCIÓN LINGÜÍSTICA DE LA PUCP